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Militares prestan seguridad cerca al lugar donde explotó un carro bomba en Timba, Cauca.
Aspecto del estallido del carro-bomba contra la estación de Policía de Timba, Cauca.
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La encrucijada del Presidente Petro y su ‘paz total’, ante la arremetida violenta de ‘Iván Mordisco’

Estos hechos evidencian la falta de voluntad de los grupos armados de querer avanzar hacia la paz, le tocó admitir a la Vicepresidenta Francia Márquez.

El Gobierno del Presidente Gustavo Petro se encuentra en este momento en una especie de callejón sin salida en el tema de la paz, que en campaña y en el inicio de su mandato promocionó con la rimbombante, atractiva y optimista bandera de la ‘paz total’.

Por un lado insiste en los diálogos, en el cese al fuego, en la suspensión de órdenes de captura a curtidos guerrilleros, en los curiosos nombramientos de ‘gestores de paz’; pero como respuesta sus interlocutores le devuelven balas, bombas, sangre, muertes, destrucción, y cualquier palo adicional que le puedan atravesar a la rueda.

La jornada sangrienta que el país acaba de presenciar este miércoles 20 de septiembre en el departamento del Cauca, -con saldo de por lo menos tres muertos y una decena de heridos- es el mejor botón de muestra de esta realidad.

Una arremetida inexplicable de parte del grupo de alias ‘Iván Mordisco’, que supuestamente quiere ocupar una silla en la mesa de paz del próximo 8 de octubre, y que incluye un cese bilateral al fuego.

Acude este delincuente enfundado en su reluciente traje de camuflado, y detrás de sus gafas recién diseñadas, a la vieja estrategia de sus antiguos compañeros ‘farianos’, intensificar el conflicto en momentos previos a una oferta de paz, dizque para demostrar poderío y llegar golpeando fuerte a la mesa de negociación.

Absurda y obsoleta teoría que debilita la credibilidad del pueblo colombiano, en su supuesta voluntad de paz.

Una especie de “si, pero no”, un paso adelante y dos atrás, a fin de mantener un statu quo sin muestra alguna de voluntad pacificadora.

Y es que en realidad estos grupos, remanentes del proceso de paz del gobierno de Juan Manuel Santos, no los motiva ninguna supuesta ideología política, diferente al enriquecimiento a través de las actividades del narcotráfico.

Demasiado laxo ha sido el Gobierno, que durante el silenciamiento de los fusiles hasta pensó financiarlos con la plata del impuesto que pagamos los colombianos.

Ante el actuar tozudo de estos grupos contra la supuesta paz que anhelan, el Presidente Petro se está quedando sin argumentos para defender su plan, pues cada vez se suman más voces que claman la aparición de la mano fuerte del Gobierno que ponga fin a los manoseos y ‘mordiscos’ de esta guerrilla.

La situación ha alcanzado niveles tan críticos que la misma Vicepresidenta, Francia Márquez, fiel escudera del Presidente Petro, se apartó de los mimos y condescendencia del mandatario con estos grupos y pidió al Ministro de Defensa, Iván Velásquez, atender como es debido la grave situación de seguridad por la que atraviesa el Cauca.

“Estos hechos evidencian la falta de voluntad de los grupos armados de querer avanzar hacia un camino de paz en Colombia”, le tocó admitir a alta funcionaria.

¿Qué viene ahora? Puede ser la pregunta del país entero. ¿Quedaron satisfechos ‘Mordisco’ y sus muchachos del carro-bomba en Timba, del ataque a la estación de Policía de Buenos Aires? ¿De los hostigamientos a Chiribico en Santander de Quilichao y en La Salvajina en Suarez?

Esperemos que sí, para frenar este derramamiento de sangre.

En tanto, el Presidente Gustavo Petro continúa en la encrucijada, a la espera de lo que suceda de aquí hasta el 8 de octubre y días sucesivos, cuando ‘Mordisco’ se siente a dialogar.

 

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